La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha una nueva campaña de control de consumo de alcohol y drogas entre los conductores. Desde este pasado lunes 14 y hasta el próximo día 20, los agentes de tráfico realizarán controles intensivos de alcohol y drogas a los conductores. Una cuestión que no es baladí, ya que el último estudio sobre siniestralidad en carretera indica que el 51,9% de los conductores fallecidos en carretera durante 2022 dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos.
Durante la semana del 14 al 20 de agosto, englobando así la Operación Retorno tras el puente de agosto y la primera quincena del mes, los agentes intensificarán su vigilancia sobre los conductores, también los chóferes profesionales, que puedan estar al volante bajo los efectos del alcohol y/o drogas. Al final, el consumo de este tipo de sustancias sigue siendo algo que por desgracia sigue siendo común entre los conductores, incluso si está entre los tres factores principales de riesgo en los siniestros de tráfico.
De hecho, un reciente estudio del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses con la colaboración del Observatorio Nacional de Seguridad Vial revela que más de la mitad de los conductores muertos en carretera en 2022 dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos en la autopsia y análisis toxicológico posterior al fallecimiento. En concreto, el 51,9% de los usuarios fallecidos dieron positivo, un porcentaje que supone un 2,5% más que en 2021. Cifras preocupantes y que se unen a
El estudio revela también que el 72,6% de los 451 conductores fallecidos que dieron positivo en alcohol y drogas tenían una tasa de alcoholemia muy alta en el momento de la muerte, igual o superior a 1,2g por litro de sangre, lo que implica una intoxicación severa. Datos que se suman al repunte de la delincuencia vial, con 59.461 condenas por delitos de conducción bajo los efectos del alcohol y la drogas en 2022, cifra más alta desde la reforma del Código Penal en 2007.