El trabajo de conductor de camión es una de las profesiones que tiene un mayor número de vacantes sin cubrir en todo el mundo. Más allá de las circunstancias concretas de un mercado o de un país, el hecho de que esta escasez de chóferes sea un problema endémico dentro del transporte de mercancías por carretera a nivel global no es casualidad. Varias son las razones que promueven esta falta de conductores, pero hay cuatro que destacan por encima del resto y que explican este grave problema que arrastra el transporte profesional.
El trabajo de conductor profesional de camión tiene un nulo atractivo. Para empezar, no es una profesión vocacional. Además, las condiciones laborales y salariales hacen que no sea un trabajo agradable para personas sin una vocación clara. El acceso a la profesión es caro, largo y complejo, las condiciones salariales una vez se ejerce de chófer de camión no son nada del otro mundo y el trabajo está ligado a condicionantes como pasar mucho tiempo fuera de casa y en condiciones a veces poco recomendables por la falta de infraestructura y la exigencia de la profesión.
Si el primer problema es la falta de atractivo de la profesión, la segunda cuestión pasa por la falta de medidas políticas para corregir esta circunstancia. Los programas y líneas de ayuda para fomentar la llegada de nuevos profesionales al sector están muy bien, pero si son la única acción, al final es una cuestión de pan para hoy y hambre para mañana. Se necesita potenciar esta profesión desde muy temprana edad y facilitar el acceso a la profesión por distintas vías.
La tercera causa de la escasez de conductores es un tema salarial. Los chóferes profesionales tienen un salario a veces insuficiente, pero sobre todo una dificultad enorme para conseguir mejorar sus condiciones salariales una vez están ejerciendo la actividad, incluso si la ley de la oferta y la demanda debería jugar a su favor al no haber suficientes profesionales. El último punto que afecta a esta escasez de chóferes es el pequeño espacio para jóvenes y mujeres en el sector transporte. Los dos grupos sociales con más paro apenas tienen representación en la actividad.