La Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), asociación que representa a más de 3,5 millones de operadores de transporte por carretera, ha unido fuerzas con la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), federación que da voz a 18,5 millones de trabajadores del sector, para lanzar un plan específico de tres puntos con el fin de paliar y/o solucionar la escasez de conductores profesionales que vive la actividad y que ya es uno de los grandes problemas de la cadena de suministro.

El nuevo enfoque adoptado por IRU e ITF para aliviar la escasez de conductores profesionales y los desequilibrios que esta situación genera en el mercado laboral del transporte pasan por garantizar unas condiciones y estándares de trabajo dignos para los chóferes, potenciar la inclusión de trabajadores de terceros países y simplificar y hacer cumplir las normas tanto para los propios trabajadores como para sus empleadores. Parece sencillo, pero para ello se deben involucrar distintos organismos y todos los actores del transporte mundial.

De hecho, el plan pide a la ONU y a otras organizaciones internacionales desarrollar un marco mundial con directrices para proteger a los conductores no residentes, mejorar las condiciones laborales y aumentar la cohesión social, armonizando también las normas de cualificación y el reconocimiento transfronterizo. A los Gobiernos nacionales, hacer cumplir los procesos de inmigración laboral para proteger a los conductores, así como reducir la burocracia y potenciar los acuerdos bilaterales. Por último, el plan pide a los operadores de transporte desarrollar programas de integración y apoyar procesos de formación para sus trabajadores y nuevos talentos.

La escasez mundial crónica de conductores profesionales de camiones, autobuses, autocares y taxis se está acelerando, lo que afecta a millones de trabajadores, empleadores y servicios del transporte por carretera. Alrededor del 11 % de los puestos de conductor quedaron vacantes en 2022. Dado que hasta un tercio de los conductores se jubilarán en los próximos tres años en muchos países, los puestos de conductor vacantes podrían más que duplicarse para 2026.