La Organización Internacional del Transporte (IRU) trabaja de manera incansable para mejorar el sector del transporte de mercancías por carretera a todos los niveles. A nivel legislativo está en continúa colaboración con la Unión Europea para mejorar los distintos reglamentos que regulan la actividad. Sin embargo, también a nivel social trabaja por dignificar la profesión. En este último apartado, IRU ha mostrado su repulsa por el trato vejatorio y casi inhumano que reciben muchos conductores profesionales de camión de terceros países.
En este sentido, IRU solicita la aplicación del estado de derecho y la colaboración de todas las partes implicadas para evitar los abusos sobre los conductores de países extracomunitarios. Una petición que viene de la mano de la huelga que mantienen durante varias semanas en un área de estacionamiento al sur de Frankfurt (Alemania) un grupo de conductores de terceros países, entre los que hay chóferes del Cáucaso y de Asia Central y que no han sido pagados por empresas de origen polaco.
Raluca Marian como directora de Defensa de la Unión Europea de la IRU ha señalado: «Esta es una situación espantosa. Estos conductores deben ser tratados con respecto y compensados por su trabajo, como se establece contractualmente dentro de la ley. Todos los operadores de transporte por carretera deben respetar el estado de derecho. Cualquier infracción o actividad ilegal debe ser sancionada con dureza por las autoridades correspondientes».
Aunque la realidad es que Europa necesita conductores profesionales de terceros países para mantener el transporte de mercancías por carretera vivo, desde IRU señalan que no todo vale. Los chóferes extracomunitarios deben ser respetados y deben disfrutar de todos los derechos que tiene cualquier trabajador en virtud de las normas existentes en la Unión Europea. Por eso, desde IRU también se solicita la armonización en el reconocimiento de las calificaciones y licencias de conducción de otros países.