Ramon Lamiel como director del Servicio Catalán de Tránsito (SCT) y Joan Ignasi Elena como conseller de Interior de la Generalitat de Cataluña han presentado un plan de intervención para la AP-7 con más de 20 medidas para mejorar la gestión del tráfico y la seguridad vial en esta carretera. El proyecto se aplicará durante el trienio que se dibuja entre 2023 y 2025, supondrá una inversión de más de 14 millones de euros y limitará una vez más el tráfico de vehículos pesados de transporte de mercancías por carretera.

El gran objetivo de este plan es mitigar las congestiones y dar más capacidad a la AP-7, sobre todo en los tramos de la zona central del Mollet y Papiol y en torno a la C-58. La liberalización de la vía ha provocado un aumento importante del tráfico, así como de los accidentes en algunos tramos de la misma. Por eso, este plan busca reducir los efectos de esta liberalización y mejorar la seguridad vial en un total de 43 tramos.

En lo que respecta a los vehículos pesados de transporte, las restricciones y limitaciones que se dibujan en este plan incluyen limitaciones de velocidad entre Calafat y Camarles, donde se utilizará la fórmula de exclusiva circulación por el carril derecho durante todos los días de la semana. También se limitará la circulación de camiones al carril derecho entre Martorell y Gelida, en este caso en sentido salida los viernes y sábados y en sentido contrario el domingo.

También se aplicarán restricciones al tráfico de camiones durante el mes de julio, así como los fines de semana relevantes y puentes festivos. A su vez, se ejecutará limitaciones los viernes o vigilias de festivos en la salida del anillo metropolitano -circulación por el carril derecho- en el tramo entre Martorell y la Roca del Vallès. Por último, se aplicarán limitaciones los domingos en los tramos de autopista en los que se apliquen carriles adicionales. Los camiones deberán circular por la derecha y limitar su velocidad a 80 km/h.