La III Jornada ‘FP del Transporte y la Movilidad Segura y Sostenible basada en la innovación y la tecnología del futuro’ organizada por AT Academia de Transportistas, ASTIC, Fundación Corell y CONFEBUS ha servido para poner encima de la mesa algunos de los problemas que afectan al transporte por carretera. Aunque el foco ha estado en el acceso a la profesión, acabar con las barreras de acceso a los estudios para ser conductor profesional y a los requisitos para hacer más atractiva la profesión, al final todo está vinculado a la escasez de chóferes profesionales.
El sector del transporte de mercancías por carretera vive una cada vez más grave escasez de chóferes profesionales. La falta de un relevo generacional adecuado es una de las grandes causas, por eso es muy importante favorecer la vocación de los jóvenes y facilitar el acceso a la profesión, aumentando la oferta de formación online con nuevas metodologías, mejorar la conexión existente entre el sistema educativo y el productivo y reforzar de forma urgente la FP Dual.
Pese a la existencia de un Grado Medio de FP para formar conductores que cuenta, en teoría, con elementos clave para lograr una formación exitosa, la demanda no está siendo muy alta. Una cuestión a tener en cuenta a la hora del mencionado relevo generacional dentro del sector transporte. Al final, la actividad cada vez está notando más esta escasez de conductores profesionales, hasta el punto que el 20% de las empresas de transporte están teniendo algún tipo de problema para cubrir sus vacantes.
Uno de los caminos a seguir pasa por copiar el modelo existente en Cataluña con la nueva FP de Transporte y Logística. Este tipo de formación permite durante su primer año realizar 950 horas de formación reglada y que los alumnos se examinen del CAP y acumulen prácticas en simuladores de conducción y con vehículos de autoescuela, más otras 100 horas adicionales de prácticas en empresas. En el segundo año de formación, además del contenido teórico se abre la posibilidad de examinarse del carnet tipo C, sufragando además el coste en gran parte de las ocasiones las propias empresas donde realizan las prácticas.