Según los datos recogidos en un reciente estudio de Insight View, el 31% de las empresas del sector del transporte de mercancías por carretera presentan un riesgo elevado de impago por parte de sus clientes, entre otras cosas por la rentabilidad cada vez más ajustada que hay entre el conjunto de las empresas de las actividades habitualmente vinculadas con el transporte. En este sentido, la posibilidad de impago ha crecido un 1% desde la anterior edición de este estudio realizada el año pasado.
El estudio de Insight View también señala que aunque se trata de un sector esencial que pudo seguir operando durante los confinamientos forzosos de 2020, sus márgenes y niveles de actividad se han visto golpeados desde 2021 por el efecto látigo en los canales de distribución, los distintos problemas en la cadena de suministro y los vaivenes de los precios de los carburantes que hacen casi imposible trasladar su precio final a los clientes para corregir los costes directos.
Estos problemas han hecho que las tres últimas ediciones del estudio de Insight View dibujen una caída significativa de los ratios de solvencia, liquidez y tesorería respecto a sus valores a largo plazo, lo que indica un deterioro de la capacidad de estas empresas para atender sus compromisos de pago y, por consiguiente, el riesgo de morosidad que mantienen sus proveedores de servicios, entre ellos las empresas de transporte. En general, ha crecido también la ratio de endeudamiento.
Una situación generalizada, pero que afecta de manera distinta a la economía española por la situación de las empresas de transporte. Al final, las empresas de transporte de mercancías por carretera se concentran en Madrid (14%) y Barcelona (10%). Les siguen en importancia cuatro provincias del arco mediterráneo: Valencia (6%), Murcia (5%), Málaga (3%) y Alicante (3%). Por otro lado, el tejido empresarial del sector muestra una gran atomización, ya que el 67% de las compañías del sector son microempresas.