La escasez de conductores profesionales de camión es evidente y un problema cada vez más grave para el transporte de mercancías por carretera. IRU como gran asociación europea de transporte y el responsable Comisionado de Empleo y Derechos Sociales de la Unión Europea se han reunido esta semana para discutir las principales vías de acción para paliar esta grave situación. Y es que la escasez de chóferes es una amenaza real para la movilidad y la cadena de suministro de toda la Unión Europea.
Como factor que pone en riesgo el desarrollo económico del viejo continente, desde IRU y la Unión Europea se tiene claro que se debe conseguir que la profesión de conductores sea más accesible y atractiva. Los datos hablan por sí solos, ya que la escasez de chóferes podría alcanzar la cifra de los dos millones de conductores en 2026, circunstancia que afectaría a la mitad de los servicios de transporte de carga y descarga de mercancías, así como a millones de viajes de pasajeros. Pese a que el papel de los conductores profesionales es clave, su labor no se ‘cuida’.
IRU acogió con satisfacción el compromiso del responsable del Comisionado de Empleo y Drechos Sociales de la Unión Europea de utilizar las herramientas de su cartera para ayudar a reducir la escasez de conductores. Algo que pasa por dar forma a una cuidad estrategia, ya que los conductores locales en toda la Unión Europea no serán suficientes para llenar este vacío. Por eso, una de las políticas que están encima de la mesa es conseguir atraer a conductores cualificados de terceros países.
IRU y el comisionado también discutieron medidas para facilitar el acceso de los jóvenes a la profesión a través de un enfoque consciente en el aprendizaje a una edad temprana. Y es que el bajísimo número de conductores jóvenes que se hacen un hueco en el sector del transporte profesional es una oportunidad pedida, ya que el desempleo juvenil en la Unión Europea es del 14,5% a finales del pasado ejercicio.