El transporte de mercancías por carretera evoluciona rápidamente y el escenario actual poco o nada tiene que ver con el que habrá dentro de una década. Por ahora, el camión Diésel sigue siendo la opción más rentable para desarrollar servicios de transporte, pero esta realidad va a cambiar en los próximos años. El coste total de propiedad de los vehículos irá cambiando con el paso de los años y el camión eléctrico con batería será la opción más rentable para las empresas de transporte.
Según un estudio de Transport & Environment (T&E), operar camiones a base de combustible sintéticos o electrocombustibles (e-Diésel) será más caro que utilizar camiones con idénticas características, pero con tecnología de batería. Concretamente, en 2035 costará un 47% más comprar y operar un camión Diésel convencional o un camión e-Diésel que un camión eléctrico de batería. Esto se debe a que los costes más bajos de la energía y de mantenimiento de los vehículos compensarán rápidamente los precios de adquisición más elevados.
Según el estudio, un camión e-Diésel nuevo tendrá un coste de 0,70 euros por kilómetro, mientras que el coste por kilómetro para un camión eléctrico con batería nuevo rondará entre los 48 y los 50 céntimos. El estudio de T&E analiza varios supuestos en los que toma escenarios extremos de utilización de camiones e-Diésel de segunda mano -coste de 0,58 euros por kilómetro- y el escenario más desfavorable para los camiones con tecnología de baterías y un precio de la energía elevado.
T&E concluye en su informe que la Comisión Europea debe revisar las normas sobre emisiones de CO2 para los camiones, proceso que tendrá lugar a finales de 2022. Un punto clave para el futuro de la movilidad y del transporte de mercancías por carretera que se debe afrontar con inteligencia, algo que para los expertos de T&E pasa por eliminar los camiones con motor de combustión de la circulación a partir de 2035, sin que se puedan vender nuevas unidades a partir de esa fecha.