España recibirá un total de 37.300 millones de euros en financiación para acelerar la transición ecológica del país, así como para financiar el desarrollo de tecnología y de la digitalización de actividades esenciales para la economía española. Esta estrategia de financiación se destinará también a aumentar la tasa de empleo y los servicios sociales locales en las regiones menos desarrolladas, por lo que el 50% de estos fondos se asignarán a Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Ceuta y Melilla. Canarias, como región ultraperiférica, tiene su propia partida presupuestaria.

Del montante total de esta estrategia de financiación, 9.000 millones de euros con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) se destinarán a la transición ecológica para dar forma a una economía eficiente en el uso de recursos y climáticamente neutra. Se destinará así esta partida a alcanzar los objetivos de ahorro de energía primaria o de producción de electricidad a partir de fuentes renovables. Por su parte, 8.500 millones serán para pequeñas y medianas empresas que impulsen la investigación y la innovación en sectores de alto valor añadido.

Otros 870 millones de euros con cargo al Fondo de Transición Justa (FTJ) contribuirán a que la transición ecológica sea justa y equitativa, lo que también incluye de manera tangencial al sector del transporte de mercancías por carretera. Eso sí, gran parte del presupuesto quedará destinado a regiones que cierren minas de carbón, instalaciones industriales intensivas en uso del carbono o centrales eléctricas de carbón. Además, se invertirán 11.300 millones de euros con cargo al Fondo Social Europeo (FSE) en cohesión social y empleo.

En este sentido, el presupuesto del FSE se destinará a fomentar el empleo de mujeres, jóvenes, personas poco cualificadas, migrantes y en riesgo de exclusión, algo que también puede ser un beneficio para el sector transporte, sobre todo si se apuesta por la participación de estos colectivos en distintos puestos dentro de la cadena de suministro que tienen una clara escasez de trabajadores, como es el gremio de los conductores profesionales de camión.