Los primeros estudios y predicciones sobre el transporte de mercancías por carretera señalan que durante el ejercicio 2023 la actividad seguirá creciendo, pero a un ritmo mucho más lento y contenido que este año. Se mantendría así la tendencia de lo visto en la segunda mitad del presente ejercicio, en el que una serie de factores están condicionando la evolución del sector. Al menos esto es lo que adelantan los datos publicados por la compañía especialista Transport Intelligence en su último estudio.
La incertidumbre y la crisis derivada de la Guerra de Ucrania es uno de los factores que más se está dejando notar en el mercado europeo del transporte de mercancías por carretera y, salvo giro de los acontecimientos, seguirá siendo así en 2023. Con todo, el transporte internacional mantendrá un mayor ritmo de crecimiento que los servicios nacionales en un escenario en el que el sector crecerá un 1,1% en 2023, lejos del incremento de hasta el 3,4% que se puede dar en 2022.
Esta tendencia se ve reflejado en todo tipo de transporte ya que el crecimiento en volumen de negocio de los servicios de transporte nacional este año alcanzará el 3,3% y se espera que sólo sea del 0,7% en el próximo ejercicio. Por su parte, el transporte internacional crecerá un 3,6% este año y sólo un 2,1% en 2023, impulsado en gran medida por el comercio electrónico. Datos que en cualquier caso están sujetos a seis factores que influirán en la ralentización en mayor o menor grado del mercado del transporte europeo.
El crecimiento económico perderá fuelle en Europa y, por extensión, habrá menor demanda de servicios de transporte. La producción industrial se verá afectada, a lo que hay que sumar una clara evolución al alza de la inflación, lo que provocará un efecto disuasorio en la demanda de particulares al aumentar los precios. Factores endógenos del propio sector como la falta de conductores profesionales o el elevado precio del combustible que provoca un alza en los precios de los servicios prometen un caldo de cultivo complicado.