La Diputación de Vizcaya ha anunciado esta semana una serie de medidas y ayudas directas al sector del transporte de mercancías por carretera de la región. Con un importe de 5,6 millones de euros, este conjunto de acciones pretende ayudar a la supervivencia de la actividad, así como a mejorar la competitividad del sector y fomentar la transformación digital y energética del transporte. Con todo, también hay espacio para descuentos y bonificaciones para mitigar el impacto de la crisis energética actual.
En este último punto, destaca el descuento aprobado en los peajes a vehículos pesados de transporte de mercancías en la AP-8 y Supersur, bonificación que se aplicará desde el 1 de enero de 2023 y que será del 10% para los vehículos pesados del tipo I y tipo II. El objetivo de este descuento directo es paliar los aumentos de los costes que soporta el sector, derivados en gran medida de la invasión rusa de Ucrania, el descontrolado aumento del Diésel y la energía y las tensiones en la cadena de suministro.
En este sentido, la Diputación de Vizcaya estima que la aplicación de esta reducción del 10% en los peajes de la AP-8 para vehículos pesados sobre las tarifas actuales supondrá una reducción de los ingresos para las arcas provinciales de en torno a 3 millones de euros, una cifra que va al margen del presupuesto de 5,6 millones de euros destinado a este paquete de medidas, ya que se da a partir exclusivamente de una reducción de los ingresos.
Además, el Gobierno regional también ha articulado descuentos del 13% por frecuencia de uso en todas las vías sujetas a peajes en su territorio, incluyendo las nuevas vías en las que se va a implantar el pago por uso para camiones de más de 3,5 toneladas. Además, se aplicará un descuento extra por tipo de motorización, por lo que el descuento para los vehículos pesados eléctricos, vehículos de gas, con etiqueta 0 y ECO será del 25%, mientras que se reduce al 20% para camiones Euro 6 y al 10% para vehículos pesados Euro 5.