Scania sigue trabajando por dar forma a un transporte sostenible. Objetivo que no pasa de manera exclusiva por el desarrollo de camiones eléctricos libres de emisiones, sino también por reducir a cero la huella de carbono de todas sus actividades. Por este motivo, Scania ha anunciado medidas de gran alcance para descarbonizar su cadena de suministro antes de 2030. Un ambicioso proyecto junto a sus proveedores para eliminar las mayores fuentes de emisión de carbono en los componentes de sus vehículos.
La estrategia y objetivos para la descarbonización de la cadena de suministro de Scania están focalizados en primer término en la producción de la marca en Europa, pero se extenderán de forma gradual a la producción en China y América del Sur. Scania presume de ser el primer fabricante de vehículos pesados de transporte en adoptar objetivos para la reducción de las emisiones de carbono y ahora quiere dar un paso más al fijar el camino para descarbonizar toda su cadena de suministro.
Scania ha identificado cuatro puntos críticos de emisión en la producción y suministro de las baterías de sus vehículos, así como de tres materiales claves para la fabricación de los mismos como son el acero, el aluminio y hierro fundido. Las tareas en torno a estos cuatro materiales y/o componentes constituyen aproximadamente el 80% de las emisiones de carbono que surgen de los materiales de producción. En el caso de los vehículos eléctricos, el suministro de las baterías puede suponer incluso la mitad de las emisiones de abastecimiento.
El objetivo para 2030 es lograr la producción de baterías 100% ecológicas, de acero 100% ecológico, de aluminio 100% ecológico y de hierro fundido 100% ecológico en su producción. El acceso a la energía verde en la producción de estos componentes es determinante, cambiando por ejemplo el uso del carbón por hidrógeno verde. Un plan de acción que viene de la mano de los distintos objetivos de descarbonización para todas sus actividades, algo que pasa también por la colaboración de sus proveedores.