La nueva directiva de la Euroviñeta tiene tres premisas. La primera es la obligación de sustituir a medio plazo las viñetas actuales por tiempo por peajes según distancia recorrida -máximo en 2030-. La segunda abre la posibilidad de incrementar el importe de los peajes con nuevas tasas por emisiones de CO2 -sólo si el transporte no está sujeto a un régimen de comercio de derechos de emisiones-. Por último, las viñetas actuales no desaparecerán por completo, ya que el modelo actual se podrá usar en la red secundaria de carreteras.

Cabe recordar que el nuevo modelo de Euroviñeta publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el pasado 4 de marzo ha ampliado las normas de tarificación para incluir autobuses, turismos y furgonetas, disposición que junto al resto de novedades deberá ser incorporadas a la legislación nacional de cada Estado miembro antes del 25 de marzo de 2024. De igual forma, el texto señala que en 2030 los Estados miembro no podrán aplicar a los camiones tasas por tiempo de utilización en la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T).

De esta forma, las ‘Viñetas’ tendrán que ser sustituidos por peajes en función de la distancia recorrida, aunque el modelo actual se podrá seguir utilizando en la red secundaria. Los peajes también incluirán una variación en la tasa por categoría Euro del vehículo para acercarse lo más posible al principio de «quien contamina paga». Aunque el uso de este nuevo modelo de Euroviñeta no es obligatorio, si los Estados miembro aplican peajes deben estar basados en esta directiva europea.

Una directiva europea que amplía el ámbito de aplicación a turismos, minibuses y furgonetas, autocares y autobuses, además de los propios camiones de más de 3,5 toneladas de MMA, pero que también contempla tarificaciones distintas según categoría de vehículos e incluso un modelo de exenciones y en todos los casos se podrán aplicar variaciones en las tasas según las emisiones contaminantes del vehículo. El texto también contempla una tasa de congestión y otros cargos adicionales como opcionales. De hecho, el precio del peaje final se divide en tasa de infraestructura, tasa por congestión y tasa por costes externos -contaminación atmosférica, acústica y emisiones-.