Entre el 13 y el 17 del pasado mes de junio, Roadpol y la Autoridad Laboral Europea llevaron a cabo una nueva campaña ‘Truck & Bus’ de vigilancia a los vehículos pesados de transporte. Los controles, tanto en carretera como en empresas, se llevaron a cabo en siete Estados miembro, entre ellos España. Durante esta campaña participaron observadores internacionales con el objetivo de unificar protocolos de acción en toda la Unión Europa. En el caso de España, los controles en carretera se hicieron en la autovía A-1.

El objetivo del control en la A-1 era ver el grado de cumplimiento de la normativa que afecta al conductor, de su jornada de trabajo, de los tiempos de conducción y descanso y del papel por parte de las empresas en la nueva normativa de comunicación de desplazamiento de conductores. De forma paralela se hicieron otros siete controles en otros siete Estados miembro con el mismo fin, con un total de 260 camiones revisados en el conjunto de la campaña. En todos ellos participaron policías (observadores) de hasta diecisiete Estados comunitarios.

Entre los 260 camiones vigilados en estos controles se han detectado 110 irregularidades en otros tantos vehículos. La mayoría hacen referencia al uso del tacógrafo y los tiempos de conducción y descanso, aunque también se ha dado un alto porcentaje de infracciones contra las normas de tráfico, en relación con la ITV, en los requerimientos técnicos de los vehículos o se correcta fijación y seguridad de la carga. El mal estado técnico de algunos camiones ha sido una cuestión realmente preocupante.

Dentro de los propios objetivos de esta campaña, los agentes detectaron un alto número de infracciones e irregularidades en relación con la normativa de desplazamiento de chóferes, ya sea por incumplimiento o por el uso de falsos autónomos al estar estos profesionales exentos de realizar la declaración de desplazamiento. Uno de los puntos críticos de la nueva normativa del Paquete de Movilidad que se está intentando hacer cumplir con estos controles que han contado con 69 observadores y 20 miembros de la Autoridad Laboral Europea.