El problema de la escasez de conductores profesionales de camión es un mal endémico a nivel global para el transporte de mercancías por carretera. IRU en una reciente encuesta así lo ha certificado, asegurando que hay 2,6 millones de vacantes por cubrir a nivel mundial. Mercados de gran importancia a nivel global acusan esta falta de chóferes de manera más profunda y así queda patente con las vacantes por cubrir en mercados como Estados Unidos o China. Con todo, Europa no se queda atrás.

Según los datos de IRU, en China se ha dado una escasez de 1,8 millones de chóferes durante el ejercicio 2021, cifra que representa un 10,5% de las plazas de conductor disponibles en el país. Con todo, los datos no son mucho mejores en Europa ya que durante 2021 se produjo una escasez de 380.000 chóferes, cifra equivalente al 9,7% de las plazas de conductor que había disponibles. En ambos casos, las cifras son mucho peores que las que se registraron en el año anterior, dando clara muestra de la tendencia en la profesión.

Incluso si se ha producido un aumento de los salarios para cubrir estas vacantes y evitar que se den rupturas en la cadena de suministro y situaciones de desabastecimiento, la profesión de conductor profesional de camión no es atractiva. La presencia de la mujer en la actividad es casi anecdótica a nivel mundial, ya que sólo el 3,2% de los conductores son mujeres. En Europa su presencia en algunos países alcanza el 22%, pero la media en otras profesiones es del 46%.

Otro reflejo de esta situación es la falta de un relevo generacional. Sólo el 7% de los chóferes de camión en activo tienen menos de 25 años. Dato a nivel global, pero que también se aplica en Europa, ya que los guarismos del viejo continente son muy próximos a la media. El gran problema es que en Europa hay un 34% de conductores que tienen una edad superior a los 55 años. Mientras tanto, el desempleo juvenil en el continente alcanza el 18%.