El Servei Català Trànsit (SCT) ha puesto en funcionamiento cuatro nuevos radares de tramo: dos en la carretera N-II en Figueres (Girona) y dos en la C-17 entre Aiguafreda y Figaró (Barcelona).
La velocidad máxima permitida en las cuatro ubicaciones es de 80 kilómetros por hora (km/h) y su instalación responde a las directrices del Plan de seguridad vial 2021-2023, ha informado el SCT en un comunicado.
Con esta ampliación de 21,5 kilómetros más de la red viaria catalana equipada con dispositivos de control de velocidad, son 194,4 los kilómetros los controlados por este sistema de velocidad media.
En total, la red viaria catalana cuenta con 246 puntos de control, de los que 38 son radares de tramo, y están distribuidos por vías principales y secundarias.
Este despliegue busca combatir la velocidad excesiva, que es uno de los principales factores concurrentes de la siniestralidad: en 2021 supuso la causa del 17,4% de los accidentes con víctimas en vías interurbanas.