La Federación Empresarial de Auto Transportes de la Provincia de Tarragona (FEAT) ha publicado en su página web un artículo donde se posiciona en contra de las restricciones a camiones en Cataluña recientemente anunciadas por la Generalitat. FEAT quiere mostrar así su posición contraria a que el sector del transporte de mercancías por carretera sea visto como el culpable de la situación que vive la AP7.
Últimamente el sector del transporte observa que, cada vez más, es culpabilizado y criminalizado por los accidentes y retenciones en las autopistas, especialmente la AP7.
Ante esta situación, que pretende justificar la imposición de más restricciones a los camiones y abrir de nuevo un debate sobre la necesidad de volver a hacer de pago el uso de estas vías, nuestra Federación quiere manifestar lo siguiente:
1) Era evidente que la finalización de los peajes haría incrementar el uso de las autopistas, y aunque las Administraciones eran conocedoras no hicieron nada, e incluso ahora, después de un año, todavía están haciendo obras para acondicionar a los antiguos peajes troncales, no han incrementado la capacidad de las áreas de servicio o programado una serie de acciones para hacerlas más permeables, realizando accesos y salidas para conectarlas mejor con el resto de vías. Tampoco hubiera estado de más empezar a prever ampliar con un tercer carril los tramos donde no tenemos alternativa al no haberse hecho la transformación de las carreteras nacionales en autovías.
2) Si tenemos mucho tráfico pesado en las autopistas no nos puede sorprender, pues los camiones tienen prohibido circular a todos los efectos por las carreteras nacionales pues se consideró que eran vías peligrosas y obligaron al tráfico pesado a circular por autopistas todavía de peaje. Así pues, el tráfico de camiones se incrementó con anterioridad al final de los peajes.
3) Nuestro sector ha venido históricamente denunciando la falta de inversión en las vías públicas, pues somos los primeros que queremos carreteras seguras y fluidas, por lo que es muy triste observar cómo se nos quiere señalar, perjudicando a través nuestro a todo el tejido productivo, por los que somos indispensables. También hay que considerar que poner palos en las ruedas del transporte supone dificultar la distribución a la población de bienes y productos de primera necesidad y, sobre todo de productos frescos.
4) Es incomprensible que todo el mundo se lamente por unas retenciones, a la salida o entrada del área metropolitana de Barcelona, cuando el volumen de turismos en circulación superaba el medio millón. Lo extraño hubiera sido que no se produjeran, y de hecho no eran mayores que las que se producían habitualmente antes de la pandemia.
5) El sector del transporte negocia desde hace años con el Servicio Catalán de Tráfico restricciones en días y horas concretas, para favorecer las condiciones de uso de determinadas vías, pero no podemos en modo alguno aceptar restricciones genéricas que nos echen con independencia del grado de utilización previsto en la vía que sea. Al fin y al cabo los vehículos de transporte circulante lo hacen para trabajar al servicio de toda la sociedad, pues el 95% de la mercancía que precisan la industria, el comercio y los particulares, es distribuida por vehículos de transporte por carretera.
6) Por último, creemos que en momentos como los que estamos sufriendo, con unos precios del gasóleo y otros elementos indispensables por las nubes, que están provocando una gran preocupación y malestar dentro del sector del transporte, es totalmente inoportuna la adopción de mayores medidas de restricción que no sean suficientemente justificadas y adoptadas en el marco de las mesas de trabajo entre las Asociaciones de Transporte y el Servicio Catalán de Tráfico, huyendo de la adopción de medidas improvisadas y oportunistas.