El precio del barril del petróleo Brent ha alcanzado hasta los 124,03 dólares esta semana, en lo que es un nuevo precio de récord desde principios del mes de marzo. Una situación que deriva directamente del embargo acordado por los veintisiete Estados miembro de la Unión Europea al petróleo ruso. Sanciones que dejan fuera por el momento al oleoducto que abastece a Hungría, pero que dibujan un nuevo escenario en el que los precios de los combustibles vuelven a subir de forma incontrolada.

El precio del barril de crudo Brent ha crecido un 3,85% en las últimas horas y alcanza niveles que no se habían visto desde el 9 de marzo, cuando también superó el umbral de 124 dólares por unidad. El incremento del precio del barril de petróleo WTI, modelo de referencia para los Estados Unidos, también aumentó su precio en 4 dólares, alcanzando a su vez los máximos del 9 de marzo. La situación es compleja y la decisión de la Unión Europea no la hace más fácil.

El acuerdo apunta también a un embargo del petróleo ruso importado por mar antes de que acaba el año y dibuja una segunda fase en la que también se aplicará al ramal sur del oleoducto de Druzhba, medio por el que se abastece a Hungría, República Checa y Eslovaquia. En próximas fechas se conocerán nuevos detalles de este embargo parcial sobre el petróleo que se aplicará al producto que lleva por vía marítima. A su vez, se concretará la exención de Hungría por tener gran dependencia del petróleo ruso y no tener alternativas.

Dentro de este escenario, el damnificado vuelve a ser el usuario medio, así como el sector del transporte de mercancías por carretera. El precio del Diésel y de la gasolina no deja de crecer y en la última semana lo ha hecho a un ritmo de más de un céntimo por día. El Diésel roza ya el precio de 2 euros por litro en España -antes de la bonificación de 20 céntimos- y la gasolina ya supera este listón. No parece que la situación se pueda reconducir y el grueso de la sociedad y el sector transporte agoniza.