La pandemia de COVID-19 puso de relieve el desafío al que se expone el transporte de mercancías por carretera ante una crisis mundial. Es un escenario de fronteras cerradas, mayores trabas burocráticas y exigencias a los chóferes, la actividad demostró su resiliencia para mantener las cadenas de suministro activas y asegurar el abastecimiento de la población. De igual forma, ante la invasión rusa de Ucrania, el transporte está respondiendo de la mejor manera, aunque es inevitable que existan ciertas tensiones en la cadena de suministro.

Por ese motivo, la Comisión Europea ha lanzado un paquete de diez medidas que pretende implantar para combatir futuras crisis del transporte. El objetivo es garantizar que el flujo de mercancías no pare nunca dentro de los Estados miembro, ya que ninguno es autosuficiente. El plan de contingencia se ha desarrollado a partir de las lecciones aprendidas durante la crisis de la pandemia intenta evitar, a su vez, las contradicciones que hubo entre la Unión Europea y las actuaciones individuales de los Estados miembro.

El Plan de Contingencia de la Comisión Europea se sustenta en ocho conceptos como son la proporcionalidad de las medidas, la no discriminación, la coordinación, la transparencia, el beneficio del mercado único, la integridad del sistema de transporte, el cuidado de los pasajeros y mercancías con necesidades específicas y el cuidado de los propios trabajadores del transporte. A partir de estas premisas se busca que el sector transporte esté mejor preparado para futuras crisis, a la hora de dar respuesta rápida a cualquier tipo de incidencia o contingencia.

Las diez medidas de la Comisión Europea pasan por adaptar las leyes del transporte de la Unión Europea ante situaciones de crisis, asegurar un apoyo adecuado para el sector del transporte, garantizar la libre circulación de bienes, servicios y personas -sistema ‘Green Lanes’-, gestionar los flujos de refugiados y la repatriación de pasajeros y trabajadores del transporte varados, garantizar la conectividad mínima del transporte y la protección de los pasajeros, compartir información del transporte, fortalecer la coordinación de las políticas de transporte nacionales, fortalecer la ciberseguridad, promover pruebas de contingencia y la cooperación con socios internacionales.