El transporte de mercancías por carretera tiene incontables problemas que no facilitan en absoluto el desarrollo de la actividad. El aumento desmesurado del precio del combustible quizá es el más tangible, pero hay muchas otras cuestiones a solucionar. Por ese motivo, las declaraciones del presidente de Renfe pidiendo peajes en las autovías para fomentar el trasvase de cuota de mercado al ferrocarril han sentado especialmente mal en el sector. FENADISMER ha mostrado su enorme indignación por estas declaraciones de Isaías Táboas en un coloquio online.
FENADISMER no ha querido dejar pasar la oportunidad de responder a estas irresponsables declaraciones de Isaías Táboas, presidente de Renfe: «Sorprende la insensatez e imprudencia por parte del presidente de Renfe a la hora de plantear que se impongan peajes en las autovías para fomentar el trasvase al ferrocarril teniendo en cuenta los beneficios fiscales de los que disfruta la compañía pública. Es sorprendente, ya que esta condición que aún mantiene permite a Renfe competir de forma privilegiada con el resto de modos de transporte«.
«Mientras que los carburantes que consumen los coches, camiones y autobuses cuentan con una fiscalidad que permite a las arcas públicas recaudar en torno a 15.000 millones de euros por ejercicio, las locomotoras de Renfe tienen una bonificación del 100% del impuesto en el carburante que consumen, por lo que pagan 0 euros de impuestos al Estado» señalan desde FENADISMER para poner de relieve la situación actual y la imprudencia de las palabras del presidente de Renfe.
En esta línea, desde FENADISMER concluyen: «Este trato preferente al sector ferroviario por parte de la Administración, que se viene produciendo históricamente en detrimento de otros tipos de transporte, también se ha puesto de relieve con las ayudas que el Gobierno aprobó el mes de marzo para ayudar a los diferentes sectores económicos afectados por el impacto de la subida del carburante por culpa de la guerra de Ucrania. Mientras que la ayuda fue de hasta 1.250 euros por camión en el transporte por carretera, las compañías ferroviarias recibieron hasta 15.000 euros por cada locomotora de tracción Diésel«.