El transporte de mercancías por carretera vive una situación crítica, pero no es el único sector que está viviendo tiempos difíciles en un escenario de incertidumbre, crisis económica y de aumento desmesurado del precio del combustible y de las materias primas. Sin ir más lejos, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha expresado su enorme preocupación por el complejo escenario que vive el sector de la Formación Vial en España por la actual crisis energética al depender de vehículos para desarrollar su actividad.
Por este motivo, la CNAE ha organizado en los últimos días varias reuniones con los distintos grupos parlamentarios presentes en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso con el objetivo de trasladarles la precaria situación que vive el sector de la Formación Vial en España. El objetivo es intentar que las autoescuelas puedan recibir algún tipo de línea de ayudas en el Proyecto de Ley del Plan Nacional de respuesta a las situación económica y social de la guerra de Ucrania.
Enrique Lorca, presidente de la CNAE, explica la realidad del sector: «Las autoescuelas, como los transportistas y taxistas, dependemos de los vehículos para desempeñar nuestra actividad. De ahí que el combustible represente una parte importante de nuestra estructura de costes. Sin embargo, nosotros no podemos repercutir el vertiginoso aumento del precio del carburante en la cantidad que cobramos al alumnado porque estamos sujetos a un contrato de enseñanza. Y todo en un escenario en el que el precio del combustible ha subido un 60% en poco más de un año«.
«Lo peor es que más de la mitad de esta subida se ha producido de improviso entre los meses de enero y marzo de 2022, por lo que las autoescuelas tenemos las manos atadas. Temo que no seamos capaces de sobrevivir sin una línea de ayudas adecuada por parte del Gobierno que compense el alza de los precios de los carburantes. Y no es una cuestión baladí, ya que hay más de 30.000 empleos directos en juego» ha concluido Lorca