La salida de Reino Unido de la Unión Europea ha trascurrido a distinto ritmo, según el lado de observación. Por parte de Europa, todas los requerimientos aduaneros y sanitarios para el transporte de mercancías por carretera desde Reino Unido se aplican desde el 1 de enero de 2021. No es el caso en sentido inverso, ya que el Gobierno británico parece anclado a un continuo aplazamiento, algo que genera una gran incertidumbre en la frontera británica. Con todo, la situación parece avanzar.
El pasado 1 de enero de 2022 se introdujo el sistema de control fronterizo digital a partir del sistema basado en el Servicio de Movimiento de Vehículos de Mercancías (GVMS) como paso necesario para declarar las mercancías y obtener el Registro de Movimiento de Mercancías (GMR). Del mismo modo, las mercancías SPS (sanitarias y fitosanitarias) también deben ser notificiadas previamente en el portal británico IPAFFS. Sin embargo, los controles físicos siguen realizándose en el destino, ya que todavía no hay un modelo completo en vigor.
En ese aspecto, si no hay nuevos cambios o aplazamientos, el 1 de julio de 2022 es la próxima fecha clave en el ‘Brexit’. A partir de esta fecha todas las mercancías requerirá una declaración ENS realizada por adelantado por el transportista. Además, los productos SPS requerirán de un certificado sanitario de exportación de la Unión Europea y estarán sujetos a controles físicos, ya sea en las Instalaciones de Frontera Interior (IBF) o en los Puertos de Control Fronterizo (BCP).
Posteriormente, el 1 de septiembre de 2022 se introducirán los controles físicos fronterizos para lácteos y otros productos similares. Finalmente, a partir del 1 de noviembre, el resto de las mercancías SPS, exentas hasta ese momento, requerirán la presentación de un certificado sanitario de exportación y estarán sujetas a controles físicos. Si todos estos plazos finalmente se cumplen, en 2023 deberían entrar en vigor los últimos puntos de control. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer.