La escasez de conductores profesionales es una realidad. No es un problema de futuro, sino una cuestión de presente. Una reciente encuesta empresarial señala que la mayoría de las compañías del sector están teniendo dificultades para cubrir las vacantes disponibles. De hecho, encontrar nuevos conductores es un enorme problema en un escenario en el que la demanda de transporte no deja de crecer. Una situación que es especialmente grave en algunas de las grandes potencias económicas europeas y del resto del planeta.
De hecho, se estima que un 65% de las empresas no están encontrando conductores en el momento en el que reclaman sus servicios, teniendo la mayoría de ellas unas cinco vacantes sin cubrir por falta de profesionales. La falta de formación y de experiencia elimina a muchos candidatos, mientras que las propias condiciones laborales y los bajos salarios llevan a muchos conductores profesionales a abandonar el sector o buscar soluciones laborales en otros campos. Una clara muestra de la poca inversión en formación de los jóvenes y del poco atractivo del sector.
En líneas generales, los conductores profesionales consideran que más allá de los problemas evidentes, la profesión ha creado nuevas dificultades y desafíos para los conductores en una balanza en la que los costos en ruta son cada vez más altos y los salarios más bajos. Al final, más allá de la necesaria renovación generacional y de la propia escasez de conductores en términos globales, se repite en la mayoría de las grandes economías un patrón en el que el número de licencias de conductores profesionales es mayor que la flota circulante.
La falta de infraestructura para descanso y para la higiene, la inseguridad de ciertas áreas de descanso o rutas y la mala alimentación son algunos de los motivos que alejan a chóferes en activo y a futuros candidatos de la profesión. Y todo en un escenario en el que no son pocos los clientes y empresas que pagan a los conductores por comisión, lo que lleva en muchos casos a los chóferes a conducir más allá del tiempo permitido con el fin de juntar un sueldo digno tras pasar fuera de casa semanas completas.