El sector de la logística y del transporte ha demostrado una gran capacidad de adaptación y resiliencia ante situaciones nunca vistas hasta ahora. Su desempeño durante la pandemia de COVID-19 fue ejemplar, pero si algo ha quedado claro durante los dos últimos años es que la actividad está sujeta de manera irremediable a los vaivenes del consumo y la demanda. Por ese motivo, la Organización Empresarial de Logística y Transporte UNO pide un modelo laboral flexible que permita adaptarse al sector a los picos de actividad tan marcados que se han dado últimamente.
El sector logístico y del transporte ha comprobado como los picos de demanda provocan que existan grandes dificultades para cubrir las vacantes que se generan, entre otras cosas por el enorme desacople entre los planes de formación y las necesidades reales de las empresas. Eso provoca que el número de ofertas de empleo en la logística y el transporte estén a la misma altura que en sectores clave como el turismo o la hostelería, aunque estas no se pueden cubrir de igual forma por la demanda de profesionales con una formación muy específica.
Francisco Aranda, presidente de UNO, ha señalado al respecto: «La gestión competitiva de la cadena de suministro es una cuestión estratégica, pero existen verdaderas dificultades para cubrir las vacantes que se generan por la distorsión entre los planes de formación y lo que de verdad necesitamos las empresas. Hablando rápido, el sector no necesita mano de obra, sino cerebro de obra por la profunda transformación digital que estamos viviendo. Se necesitan profesionales con conocimientos concretos, análisis de datos, robotización, conectividad y expertos en Big Data«.
En este sentido, el presidente de la patronal ha vaticinado el cierre de empresas si no logran adaptar sus estructuras, procesos y trabajadores a las nuevas tecnologías y requerimientos de la actividad: «El talento digital es un recurso escaso que ejerce de imán para las inversiones. Los planes de formación oficiales van muy por detrás de las necesidades de las empresas, por lo que hay que reformar las políticas activas de empleo. Además, la logística y el transporte son un sector con picos de actividad, por lo que se necesita un modelo laboral flexible que permita la competitividad en cualquier circunstancia«.