La Unión Europea ha definido un quinto paquete de medidas restrictivas contra el régimen de Vladímir Putin en respuesta a la invasión de Ucrania. Entre las medidas de presión económica con las que se pretende castigar a Rusia y Bielorrusia hay algunas que afectan al desarrollo del transporte de mercancías por carretera. Sin duda, la más importante es el veto a las empresas de transporte y transportistas de origen ruso o bielorruso que operan en la Unión Europa, si bien se dibujan una serie de excepciones para los bienes de primera necesidad.
Las medidas adoptadas por la Unión Europa y que afecta al transporte son realmente severas. Por un lado, existe veto total al transporte de mercancías por carretera de Rusia y Bielorrusia en la Unión Europea, por lo que las empresas y transportistas de ambos países no podrán operar en los Estados miembro. Incluso si existen excepciones aplicables a bienes de primera necesidad, ayuda humanitaria y productos energéticos, esta medida supone un duro ataque al régimen ruso liderado por Vladímir Putin.
A su vez, la Unión Europea también ha fijado la prohibición de entrada en puertos situados en cualquier Estado miembro a los buques con pabellón ruso. Al igual que en el transporte de mercancías por carretera, se contemplan algunas excepciones si el amarre se produce por idénticos motivos, ya sea por cuestiones médicas, alimentarias, energéticas o humanitarias. A esta doble prohibición en el transporte se suma el embargo sobre el carbón, ya que se prohíbe la importación del carbón ruso en todas sus formas.
Además, la Unión Europea ha inmovilizado los activos de cuatro bancos rusos para dejarlos fuera del mercado y ha paralizado las exportaciones a Rusia de diversos productos vinculados con la computación, los semiconductores avanzados, la maquinaria sensible y los productos químicos o catalizadores para uso en la industria del refinado. Además, existen nuevas prohibiciones de importación para el cemento, caucho, madera, bebidas espirituosas, licores y alimentos marinos de alta gama.