El transporte entre Reino Unido y la Unión Europea tras el ‘Brexit’ nunca ha vuelto a ser igual al existente antes de esta ruptura y los problemas han sido aduaneros han sido una constante. En este escenario, en los últimos días se está viviendo una situación especialmente delicada que recuerda a las navidades de 2020, fecha en la que miles de camiones quedaron atrapados ante la imposibilidad de cruzar la frontera. Y por desgracia, la historia se está repitiendo, aunque sin el foco mediático de entonces.

En los últimos días, miles de transportistas se han visto atrapados a diario en colas kilométricas para salir de Reino Unido. Colas de más de 30 kilómetros que han originado esperas de más de 10 horas y en la que se han repetido escenas que inevitablemente recuerdan a la Navidad de 2020. Camiones aparcados en los arcenes de las autopistas ante la ausencia de aparcamientos para vehículos pesados, condiciones precarias para los chóferes por la falta de instalaciones higiénico sanitarias y un colapso total en el Eurotunnel y los puertos de salida habituales.

Esta situación comenzó el pasado fin de semana por un bloqueo del sistema informático de la Aduana británica. La imposibilidad de cargar la documentación aduanera necesaria para salir o entrar a Reino Unido provocó una primera situación de colapso que se ha agravado con el paso de los días por la notable reducción en los ferries por la climatología adversa. Caldo de cultivo perfecto para que los transportistas sufran en sus carnes esperas que han superado ya las 24 horas en Dover y que alcanzan las 11 horas también en el continente, en Calais.

Entre problemas informáticos, falta de ferries y averías en el Eurotunnel, la situación se está complicando cada vez más. Con colas de camiones que superan los 30 kilómetros, la situación vuelve a ser muy compleja para los conductores. Esta circunstancia está impidiendo que se cumplan con las normas sobre tiempos de conducción y descanso, con el agravante de que las autoridades británicas están multando con 300 libras a los transportistas que busquen rutas alternativas para llegar a los puertos de salida habituales.