La Comisión Europea ha otorgado una partida de 120 millones de euros a partir del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para incentivar la transición del transporte de mercancías por carretera al transporte en ferrocarril. Una ayuda que permitirá al Gobierno dar los primeros pasos en la aplicación de los objetivos de su Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente. El objetivo final es mejorar la competitividad y la ecologización del transporte de mercancías por ferrocarril en España en consonancia con los objetivos del Pacto Verde Europeo.
La evaluación positiva de la Comisión Europea del Plan de Recuperación y Resiliencia que fue presentado por el Gobierno de España ha sido requisito necesario para dibujar esta línea de ayudas de 120 millones de euros. Ayudas que llegarán en forma de subvenciones directas para compensar a las empresas de transporte de mercancías las diferencias de costes que puedan existir entre el transporte por carretera y por ferrocarril a partir del volumen de toneladas que se trasladan de un modelo a otro de transporte.
Esta línea de ayudas está abierta a todas las empresas de transporte de mercancías con base en la Unión Europea que posean las licencias necesarias para operar en España. Su importe máximo dependerá del cambio modal logrado y el volumen de mercancías, aunque un porcentaje dependerá del aumento del tráfico ferroviario de mercancías durante el año anterior, impulsando así un movimiento en bloque de las empresas de transporte de mercancías a cambiar al ferrocarril. Desde Europa se considera que esta apuesta es beneficiosa para el medio ambiente y la movilidad por ser el transporte ferroviario menos contaminante y reducir la congestión vial.
En este aspecto, desde Europa se señala que este tipo de medidas son necesarias para llegar a los objetivos perseguidos por el Pacto Verde y los planes medioambientales de los Estados miembro, pero requieren de una buena coordinación a la hora de ejecutar la transferencia del transporte de mercancías por carretera al ferrocarril. Una medida proporcionada y que como hemos explicado se limita la mínimo necesario, ya que compensará el sobrecoste existente por el uso del transporte en ferrocarril respecto al transporte por carretera, eliminando así efectos negativos sobre la competencia.