El Gobierno está apurando los plazos para aprobar el Decreto Ley que pretende cambiar de una vez por todas la realidad del transporte. Un texto que nace de las demandas realizadas por la patronal del transporte a través del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) en el marco de la huelga de transportistas que se programó en diciembre y que finalmente fue desconvocada. Sin embargo, las presiones del lobby de las empresas cargadoras con AECOC a la cabeza amenaza con provocar que el Decreto Ley se suavice. ¡Y el transporte no lo va a tolerar!
Las asociaciones que componen el CNTC avisan al Gobierno que no admitirán ningún cambio en las medidas acordadas y advierten de consecuencias demoledoras en caso de ser otra vez engañados. Y la situación es realmente tensa, ya que el Gobierno está recibiendo la presión de las grandes empresas cargadoras para intentar desviar parte del contenido del Decreto Ley sin que les importe ni lo más mínimo atentar contra las medidas económicas y laborales que fueron acordadas entre el CNTC y la Administración.
CNTC ha emitido un comunicado al respecto: «El Departamento de Mercancías del CNTC, en vísperas de la remisión al Consejo de ministros del texto del Real Decreto Ley fruto de los acuerdos de mejora del sector alcanzados por el CNTC con el Gobierno el pasado 17 de diciembre, muestra su inquietud por que la redacción final no responda al espíritu de esos acuerdos. De ocurrir así, el sentimiento de haber sido engañados como consecuencia de presiones extrañas podría tener un efecto demoledor, de consecuencias imprevisibles, en el sector. Habida cuenta de que esos compromisos sirvieron para poner fin a una convocatoria de paro nacional de transporte en los días previos a la Navidad. El CNTC no aceptará ningún texto que no recoja taxativamente la integridad de lo acordado«.
El sector del transporte de mercancías por carretera recuerda además que el Gobierno está a sólo cinco días y dos reuniones del Consejo de ministros de incumplir las fechas de aprobación del Decreto Ley, circunstancia que, siendo ajena al propio contenido, también puede suponer un punto de discrepancias. Desde el CNTC y el resto de actores del sector transporte, salvo los cargadores, se espera que el texto se apruebe en tiempo y forma.