La escasez de conductores es un problema global en el sector del transporte de mercancías por carretera. Sin embargo, Reino Unido ha vivido y vive una situación crítica desde principios del pasado año por el Brexit. Las roturas de la cadena de suministro y el desabastecimiento de ciertos productos han estado a la orden del día, lo que ha llevado al Gobierno británico a dar forma a una modalidad de formación ‘exprés’ para reclutar nuevos conductores rápidamente. Una solución que tiene sus ‘contraindicaciones’ y efectos secundarios.

De hecho, la Unión Europea ha confirmado que no va a reconocer a los conductores británicos bajo formación ‘exprés’ salvo que acrediten tener o cumplen la formación que se exige en los países de la Unión Europea. Esto significa que estos conductores no podrán llevar a cabo su labor fuera de Reino Unido sin completar la formación legalmente exigida por la Unión Europea, algo que pasa por cursar la formación inicial del CAP en su modalidad ordinaria de 280 horas o acelerada de 140 horas.

El modelo ‘exprés’ de formación de Reino Unido ha permitido acceder a la actividad a cientos de conductores con un curso acelerado para obtener la cualificación de chófer profesional de apenas 12 días. Una formación que según ha explicado la Comisión Europea a pregunta de la eurodiputada vasca Izaskun Bilbao no se convalidará, por lo que será necesaria la formación CAP exigida en los Estados el requisito para poder desarrollar la actividad dentro de los países que forman la Unión Europea.

Aunque los chóferes profesionales bajo formación ‘exprés’ podrán desarrollar su labor dentro de las fronteras de Reino Unido, el hecho de no poder hacer viajes internacionales dibuja un escenario menos atractivo para los conductores que hayan cursado o quieran cursar este tipo de formación. Mientras tanto, la situación en Reino Unido se ha suavizado, aunque el 56% de los británicos reconoce que ha sufrido escasez de algunos productos de primera necesidad en las últimas semanas, circunstancia derivada de la pérdida del 25% de los chóferes profesionales, ahora en torno a los 236.000 profesionales.