El Gobierno afronta un final de año ‘caliente’: el campo, la automoción y el transporte en ‘pie de guerra’

El Gobierno tiene por delante un final de año ‘caliente’ ante las demandas que están protagonizando sectores económicos tan importantes para la economía española como el campo, la automoción o el transporte, que han anunciado ya movilizaciones ante los problemas por los que atraviesan sus respectivas actividades.

El transporte de mercancías por carretera tiene preparado para el Gobierno un ‘invierno caliente’ si nada lo remedia. El Comité Nacional de Transportes por Carretera (CNTC) ha declarado dos jornadas de cierre patronal antes de Navidad por el «estado de abandono por parte del Gobierno».

Los cierres tendrán una duración de 24 horas y se producirán entre el 20 y el 22 de diciembre, ambos incluidos. «Sólo un cambio radical y urgente por parte del Gobierno y de los clientes podría evitar este conflicto», según señaló hace unos días el departamento de Mercancías del CNTC.

El organismo critica la prohibición de que los conductores realicen carga y descarga de camiones y pide la no implementación de la Euroviñeta y la aplicación obligatoria de la cláusula de revisión del coste de combustible.

Esta semana el precio de los carburantes ha encadenado su undécima subida consecutiva, tocando nuevos máximos anuales y acercándose a sus cifras más altas de la serie histórica.

En concreto, el precio medio de la gasolina ha escalado esta semana hasta los 1,513 euros el litro, su nivel más alto desde septiembre de 2012 y muy cerca del máximo histórico de 1,522 euros que tocó este combustible en esas mismas fechas, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press.

Por su parte, el precio medio del litro de gasóleo, que también suma su undécimo repunte seguido, se ha situado esta semana en los 1,385 euros, su nivel más alto desde finales de octubre de 2012.

Con esta nueva subida en el precio de los carburantes, el llenado del depósito esta semana es un 32,5% más caro que hace un año para el caso de la gasolina y un 36,6% superior en el caso del gasóleo.

A pesar de que la economía española va recuperando el fuelle que perdió con la llegada de la pandemia, la crisis global de suministros y el elevado coste de las materias primas y del transporte logístico, unido a unos precios de los carburantes disparados y a una electricidad que se paga más cara que nunca, han provocado una especie de ‘tormenta perfecta’ en sectores como el de la automoción, que se está viendo obligado a parar la producción de manera intermitente por la escasez de semiconductores.

Ello a su vez está causando problemas en las ventas de turismos, con los concesionarios sin stock y retrasos en las entregas de vehículos, con un periodo que ya se alarga a entre seis y ochos meses de media.

Según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam), las matriculaciones de automóviles en España alcanzaron las 59.044 unidades en octubre, un 20,5% menos que un año antes, mientras que la venta de vehículos de ocasión de alta antigüedad está disparada.

Lo que piden los trabajadores al Gobierno es que actúe con firmeza ante los cambios que están afectando a un sector que genera el 10% del PIB y más de medio millón de empleos. Mientras dure lo que se ha llamado ‘la tormenta perfecta del auto’, CCOO reclama que puedan activarse expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en aquellas empresas que se comprometan a mantener todos los puestos de trabajo.

Asimismo, cree que España debe garantizar su «soberanía industrial» en el terreno de la movilidad con fábricas propias de semiconductores, para seguir produciendo en momentos de gran demanda como los actuales.

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