El Comité Ejecutivo y el pleno de la Junta Directiva de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) se reunieron a finales del pasado mes de octubre para analizar la difícil situación que vive el sector y la falta de respuestas efectivas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ante los problemas históricos de la actividad. Pese a las reiteradas propuestas económicas, sociales y estructurales que reclama el sector para su supervivencia, los conductores y empresas del sector viven en el total olvido.
De hecho, el sector del transporte de mercancías por carretera empieza a estar muy cansado de la falta de apoyo por parte del Ministerio. Una vez pasada la pandemia de COVID-19 y tras la palmada pública en la espalda cuando se necesitó de los transportistas para salvar una difícil situación, la realidad no ha hecho más que empeorar. Y es que a los problemas históricos del sector se han sumado algunos nuevos, todos ellos agravados por los efectos de la pandemia. El escenario es cada vez más negro y nadie parece importarle ni lo más mínimo.
Sin embargo, no hay que mirar exclusivamente a la Administración, tal y como señalan desde la CETM. Los clientes parecen totalmente despreocupados de la situación de los transportistas, sin asumir parte del brutal incremento de los costes que está sufriendo el sector. Eso sin hablar del trato en muchos casos vejatorio que reciben los conductores, a los que se les obliga a llevar a cabo las tareas de carga y descarga o, en el mejor de los casos, a esperar durante periodos de tiempo muy largos a que los trabajadores de la empresa lo hagan.
Y todo mientras ejercen una terrible presión para bajar aún más los precios de los servicios de transporte. Una situación que pone de manifiesto que ni el Gobierno ni los cargadores tienen en cuenta a las empresas de transporte, algo que ha denunciado la CETM desde hace largo tiempo. Incluso si el 85% de las mercancías se mueven por carretera y el sector supone un 4,8% del PIB del país y crea 600.000 empleos directos. Incluso con estos datos, el sector del transporte de mercancías por carretera es el gran olvidado.