Se ha cumplido un año desde que el Tribunal Supremo anuló en octubre de 2020 el requisito de antigüedad de los vehículos para quienes querían acceder por primera vez al sector del transporte de mercancías por carretera. Doce meses en los que se ha comprobado los efectos nocivos de esta medida para la actividad. La completa desregularización del acceso al sector está derivando en la entrada masiva de nuevos transportistas con furgonetas y camiones de gran antigüedad. De hecho, en este año han entrado cerca de 18.000 vehículos usados a la actividad.

La presencia de estos 18.000 nuevas furgonetas y camiones han provocado, entre otras cosas, que la edad media actual de la flota español de transporte de mercancías por carretera haya aumentado de forma desmesurada. Una situación generada por una desregularización del acceso al sector que contrasta con los objetivos medioambientales y de seguridad vial que persigue tanto el Gobierno de España como la Unión Europea. Lejos de producirse una renovación de la flota hacia camiones más modernos y menos contaminantes, se está gestando un notable envejecimiento de los vehículos de transporte profesional.

Según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el parque español de transporte por carretera tiene una edad media de 7,7 años para las cabezas tractoras y de 13,9 años para los vehículos rígidos, cifras que suponen prácticamente duplicar los datos de antigüedad que se registraron en el ejercicio 2007. Especialmente grave es la situación en el transporte ligero, ya que en este subsector existe una desregularización total al no existir ningún requisito de acceso ni para conductores ni para los vehículos utilizados.

Esta desregularización global del transporte de mercancías por carretera y de forma más concreta del subsector del transporte ligero ha provocado la entrada de hasta 4.800 nuevos conductores en esta modalidad de transporte en el último año. Chóferes que han accedido a los servicios de transporte ligero sin poseer titulación alguna y con vehículos de cualquier antigüedad, lo que ha permitido aumentar la flota de vehículos ligeros en 6.300 unidades desde octubre de 2020.