Son tiempos convulsos en Francia, sobre todo para el sector del transporte de mercancías por carretera. De hecho, la actividad se preparada para un ‘doble parón’, ya que el sindicato Sud-Solidaires ha informado al ministro de Transportes que tiene prevista la realización de una jornada de huelga durante el próximo 12 de noviembre. Este día de protestas sectorial se une a la huelga general de este 5 de noviembre, jornada en la que también se verá afectado el normal funcionamiento del sector.
Los movimientos del sindicato Sud-Solidaires y la convocatoria de huelga para el transporte profesional del 12 de noviembre ponen bajo el foco las negociaciones anuales obligatorias (NAO) del transporte de mercancías por carretera que comienzan el día 10. En esta reunión, las organizaciones representativas del sector y los sindicatos de trabajadores acordarán las escalas de retribución para todas las profesiones agrupadas bajo el convenio colectivo nacional del transporte por carretera (CCNTR) para 2022. Los resultados poco satisfactorios de años anteriores invitan a actuar.
Durante los últimos años, distintos observadores y expertos del sector han criticado como las negociaciones anuales obligatorias daban como resultado salarios que a veces están incluso por debajo del salario mínimo, dependiendo de la antigüedad y el coeficiente. Ante una posible repetición, el sindicato Sud-Solidaires ha convocado esta jornada de huelga el día 12 de noviembre para pedir que se reconozca de una vez la profesión de transportista como se merece a través de un aumento de las tablas que fijan el importe de los mismos.
Desde Sud-Solidaires no se entiende que en un momento de escasez de conductores se dé tan poco valor a la profesión, mientras que las empresas transportistas replican que es muy difícil aumentar los salarios porque los márgenes son muy ajustados, ya que los precios de los servicios de transporte por carretera muy bajos, entre otras cosas por la presencia en Francia de empresas deslocalizadas. Con todo, Sud-Solidaires pide no sólo la revisión salarial, sino también la revisión de las condiciones laborales, una reforma del convenio colectivo y mejoras en las pensiones y el Permiso de Fin de Actividad (CFA).