La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) ha llevado a cabo su ya tradicional ‘semana de acción’. En esta reunión en la que han participado sindicatos de cerca de 20 países, ITF ha puesto el foco en denunciar las terribles condiciones laborales que sufren los conductores profesionales en el desarrollo del transporte de mercancías por carretera. A su vez, la Federación ha elaborado un listado con soluciones a los históricos problemas del sector que afectan a sus condiciones salariales, laborales y de seguridad en el camión.

Siguiendo con el ejemplo de los trabajadores australianos de la empresa logística StarTrack, en huelga para combatir por sus derechos, ITF señala que este tipo de movilizaciones son el paso lógico para garantizar la seguridad en las cadenas de suministro y para que los empleadores ofrezcan estabilidad laboral y garantías de empleo. Por eso, ITF apoya las movilizaciones de los conductores profesionales, incluso en un momento en el que la cadena de suministro se rompe ante la escasez de conductores y los cuellos de botella que se están produciendo en los puertos de muchos países.

Desde ITF se habla del ‘efecto Amazon’, de las políticas de negocio insostenibles en el sector y la solución para que se acabe la escasez de conductores, algo que pasa por ofrecer salarios y unas condiciones razonables a los chóferes. Y es que desde ITF se señala que la gravedad de la escasez de chóferes no es tan grande y que el problema real es que hay escasez de trabajo con unas condiciones decentes. Esta misma reflexión, la falta de trabajo decente y no de chóferes la hace suya Jim Hoffa, presidente general del sindicato de camioneros Teamsters y presidente de la sección de transporte por carretera de ITF.

Dentro de la ‘semana de acción’ de ITF por el trabajo decente y la seguridad en el transporte por carretera, la Federación ha impulsado distintas acciones como entregar cartas exponiendo las demandas del sector a distintos Gobiernos, compañías de transporte y clientes para que asuman la responsabilidad de aplicar unos estándares de calidad a la labor de conductor profesional. Y eso pasa por mejorar los protocolos, la formación y las medidas de seguridad, la percepción de salarios adecuados y una mejor conciliación familiar y la mejora de las instalaciones sanitarias de paso y en los puntos de carga y descarga.