El transporte de mercancías por carretera se enfrenta a grandes desafíos, pero si hay uno que tiene especialmente preocupado al sector es la terrible escalada de precios del combustible en los últimos meses. De hecho, en el último año el precio del Diésel se ha incrementado en más de un 30%, sin que esta subida en los precios se haya podido repercutir en los precios pactados por los servicios de transporte. FENADISMER advierte que, de persistir la subida del precio del combustible, la situación será insostenible para la actividad del transporte por carretera.

La alarmante subida del precio del barril de Brent y, por extensión, del Diésel y la gasolina, no parece tener techo. Con un incremento del precio por litro de gasóleo superior al 30%, el dato que maneja el sector transporte es muy preocupante. Con un valor medio de 1,33 euros por litro, las empresas de transporte y profesionales autónomos del sector no tienen manera de repercutir esta subida en el precio de sus servicios. Situación similar que viven las compañías de logística y transporte a temperatura controlada con el precio de la luz.

De hecho, el Observatorio de Precios del Transporte de Mercancías en España, elaborado cada tres meses por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, refleja que no sólo no se está repercutiendo encarecimiento del combustible en los precios de los servicios de transporte, sino que las tarifas que las empresas cargadoras, intermediarios y clientes pagan a los transportistas han disminuido de forma sustancial durante los tres últimos trimestres. De hecho, no son poco los transportistas que han realizado servicios por debajo de sus costes de explotación.

Aunque la subida de los precios del combustible no está bajo el control del Gobierno, el sector transporte pide algún tipo de medida que permita seguir trabajando sin sufrir pérdidas, ya que resulta contradictorio que en un momento de recuperación económica y con una notable demanda de servicios de transporte las tarifas se desplomen. En esta línea, FENADISMER avisa que si persiste la situación sin tomar medidas, la actividad del sector del transporte de mercancías por carretera se volverá insostenible como ocurrió en 2008.