El transporte de mercancías por carretera de Reino Unido atraviesa una situación crítica. La escasez de conductores profesionales cualificados, superior a los 100.000 trabajadores, ha provocado rupturas sistemáticas en la cadena de suministro. El abastecimiento de productos de primera necesidad se ha resentido y las estanterías de los supermercados y otras tiendas de alimentación se han ido vaciando con el paso de las semanas. Un escenario que no promete mejorar y que afectará de manera notable a la campaña navideña que está a punto de comenzar.
Aunque es difícil encontrar una lectura positiva a esta situación, la escasez de conductores en Reino Unido está cambiando la dinámica del transporte británico y está provocando, entre otras cosas, un notable aumento de las tareas de cabotaje para los transportistas europeos en el país. De hecho, el número de compañías y operadores que recurren a las operaciones de cabotaje con la implicación de transportistas europeos antes de su regreso hacia la Europa continental no ha dejado de crecer en las últimas semanas.
La falta de conductores en Reino Unido asegura cargas en servicios de cabotaje para la enorme mayoría de los transportistas europeos. Una situación que contrasta con la vivida en los meses posteriores al inicio del Brexit, momento en el que el cabotaje de conductores europeos era muy reducido y los retornos en vacío casi una constante. El cabotaje de conductores europeos, sobre todo el que se realiza en sus trayectos de vuelta hacia el territorio continental, supone una solución transitoria a la atroz escasez de conductores que vive Reino Unido.
Dentro de este escenario, los transportistas españoles están siendo beneficiados, incluso si hay nuevos requisitos para llevar a cabo tareas de cabotaje. De hecho, los chóferes y compañías españolas han visto como en cuestión de dos o tres meses se ha dibujado una nueva situación en la que los servicios en sus caminos de regreso no faltan y, además, su precio marca una clara tendencia al alza. Estas labores de cabotaje además permiten cubrir los costes de servicios de importación a Reino Unido que quizá no sean tan rentables.