La Asociación Empresarial Castellonense de Transporte de Mercancías por Carretera (ACTM) ha alzado la voz para poner de manifiesto el grave déficit de conductores que se vive en el transporte de la región, haciendo que la situación cada vez sea más complicada para empresas de todos los sectores ante la dificultad para encontrar chóferes. Un problema que en caso de no ser reducido promete con «estrangular a las empresas y a la cadena de suministro», tal y como explica Lara San Miguel, secretaria general de ACTM.

Desde ACTM explican que las compañías cada vez tienen mayores dificultades para encontrar conductores profesionales que cumplan con las aptitudes y habilidades requeridas para el desarrollo de la actividad. Un déficit de chóferes que amenaza a la cadena de suministro y, por extensión, al tejido socioeconómico de la región de Castellón. Una situación que no ha hecho más que complicarse en los últimos meses con una recuperación de la actividad tras la pandemia de COVID-19, hecho que contrasta con el cada vez menor número de conductores profesionales.

Más allá de la propia escasez de conductores, esta situación dibuja otros efectos negativos en la rentabilidad del sector ya que se produce un desequilibrio muy importante en los servicios, con un gran número de retornos en vacío. La subida del combustible, el control fronterizo en los transportes internacionales y los precios a la baja tampoco ayudan a las empresas mientras se dibuja una imperiosa necesidad de conductores profesionales. Los últimos datos hablan de un déficit de 15.000 chóferes a nivel nacional.

El 85% del transporte se produce por carretera, por lo que es un sector esencial para el normal desarrollo económico de Castellón en particular y de España en general. Con este dato en la mano, el envejecimiento de los profesionales en activo y el déficit de chóferes citado, la patronal castellonense reclama potenciar la formación para que nuevos profesionales se incorporen al sector. De hecho, ACTM ha iniciado un nuevo curso para obtener el CAP dentro de su programa para reavivar el interés por el sector entre los trabajadores más jóvenes, toda vez que el paro juvenil en España es del 39,9%.