La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha publicado un informe en el que evalúa la opinión de los distintos representantes de usuarios del transporte ferroviario de mercancías en España. Aunque se trata de un estudio periódico por mandato legal con el que recabar la opinión de estos agentes sobre el modelo ferroviario, no deja de ser llamativo que la valoración de las empresas que compiten en el mercado ferroviario sea muy negativa ante la escasez de recursos y la difícil interacción con los mercados internacionales.
De hecho, la valoración de las empresas que participan del transporte de mercancías a través de ferrocarril señala que la actividad nacional se ve seriamente mermada por la escasez de recursos existente, tanto de maquinistas como de material rodante -locomotoras y vagones-. La deficiente conexión con los mercados internacionales por los condicionantes técnicos y económicos presentes también es un serio problema para el sector, al igual que el deficiente funcionamiento de las terminales de carga y descarga, ya que limitan la capacidad de los servicios.
En líneas generales, los usuarios que recurren al transporte ferroviario de mercancías creen que el modelo es mejorable a todos los niveles, ya que la calidad de los servicios prestados está lejos de ser óptima. En este sentido, los representantes de los usuarios de los servicios ferroviarios de transporte de mercancías también consideran que las infraestructuras no son las adecuadas para favorecer el desarrollo de este tipo de transporte, poniendo en el foco que hay un sesgo en favor del transporte de viajeros.
En este sentido, se indica de una forma más concreta la falta de corredores exclusivos para el transporte de mercancías, así como la creación de auténticas autopistas ferroviarias que puedan agilizar y dinamizar el transporte de mercancías. Un escenario en el que se considera que existe un freno a la incorporación de nuevos actores al sector y que dibuja una necesaria reestructuración estratégica para mejorar la conexión entre los puntos de origen y destino de las mercancías. Una apuesta que debe partir de la administración.