Aunque la imagen que acompaña al artículo corresponde a la crisis fronteriza que vivió Reino Unido en Navidad por el ‘Brexit’ y la pandemia de COVID-19, bien sirve de reflejo del inicio y de la actual situación que vive el transporte de mercancías por carretera del país. La preocupante falta de conductores profesionales que vive Reino Unido ya provoca una alteración real de la cadena de suministro, hasta el punto de que miles de camiones están detenidos ante la falta de chóferes que puedan cumplir con los servicios de transporte con estos vehículos pesados.
Un reciente reportaje de ‘Channel 5’ ha dado imagen a la grave crisis del sector transporte de mercancías por carretera que vive Reino Unido. Una pieza televisiva en la que Rob McKenzie, director gerente de la asociación Road Haulage Association (RHA), ha explicado la situación real de la actividad, apoyándose en grabaciones en las que se ven a miles de camiones estacionados. Así lo confirman las propias empresas afectadas, asegurando que no encuentran conductores para sacar sus camiones de los estacionamientos.
Los datos generales del sector del transporte de mercancías por carretera de Reino Unido fijan una escasez de alrededor de 100.000 conductores profesionales. Una situación que amenaza con una ruptura de la cadena de suministro sin precedentes. De momento, el abastecimiento de ciertos productos ya se está resintiendo. Por ese motivo, Rob McKenzie insta al Gobierno británico a afrontar este problema como una crisis grave con soluciones de emergencia, pero también pensando en planificación a largo plazo.
En este aspecto, nombres propios del sector del transporte y la logística avisan que los huecos que empieza a a haber en los estantes de los supermercados. De hecho, todo apunta a una situación en la que va a existir cierta escasez de alimentos. El reportaje también ha dado voz a importantes gerentes y responsables de empresas de transporte, operadores logísticos y otros actores del sector que no han hecho más que confirmar la crisis que sufre el transporte británico, algo que también ha sido refrendado por los minoristas que ven como sus almacenes se vacían.