La sentencia del Tribunal Supremo que anuló el requisito de antigüedad de los camiones para el acceso al mercado del transporte de mercancías por carretera y la rebaja en los requisitos para obtener el título de transportistas en algunas Comunidades Autónomas han provocado una situación de completa desregulación del sector. De hecho, FENADISMER avisa que se ha producido una avalancha de nuevos transportistas, sobre todo en el subsector del transporte ligero, situación que precariza las condiciones de un sector ya de por sí complejo.

La modificación del Reglamento de Ordenación del Transporte Terrestre a partir de la citada sentencia ha provocado efectos muy negativos para el transporte de mercancías por carretera. De hecho, la edad media de los vehículos destinados al transporte no deja de crecer, lo que afecta a la seguridad vial y los objetivos medioambientales que propone la Unión Europea y las propias autoridades españolas. La desregulación del sector es clara, situación que es realmente preocupante en el transporte ligero tras la eliminación de todos los requisitos de acceso.

Según datos de FENADISMER, en el último año y medio se ha producido una avalancha de más de 4.200 nuevos transportistas, la mayoría de los cuales han accedido al sector del transporte de mercancías por carretera sin tener titulación profesional y con vehículos de cualquier antigüedad. En este aspecto, FENADISMER señala que 3.700 nuevos transportistas se han incorporado al subsector del transporte ligero, mientras que 600 lo han hecho en el transporte pesado. Esto ha generado un crecimiento de la flota de casi 15.000 vehículos -10.000 pesados y 4.800 ligeros-.

Desde la Federación consideran que la normativa reguladora del régimen de autorizaciones de transporte de mercancías debería contribuir a cumplir con los objetivos medioambientales de la Unión Europea y del Gobierno de España. Sin embargo, la desregulación actual del sector está provocando que se avance en sentido contrario, permitiendo la entrada de vehículos de gran antigüedad al sector y, por comparación, que empresas transportistas que ya operan en el sector amplíen su flota con vehículos que tampoco son especialmente nuevos al flexibilizar las condiciones reguladoras.