España acumula «un retraso importante» en electrificación de su transporte terrestre en comparación con los países de referencia en la UE como Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Reino Unido, Portugal en los que la matriculación de vehículos eléctricos respecto a las ventas totales triplica la española. Ésta es una de las conclusiones del informe ‘La descarbonización del transporte en España’, de Emilio de las Heras, ingeniero y experto en cambio climático, presentado este martes por Fundación Alternativas.
El informe recuerda que «el transporte en España es la actividad económica más importante en cuanto a las emisiones que produce». En 2019 representaron el 29% y es el único sector que no las ha reducido en los últimos años. En casi todos los sectores y, especialmente, en vehículos ligeros, el de mayores emisiones, «la electricidad embarcada en baterías es la solución tecnológica más eficiente».
Los dos pilares legislativos que impulsan la descarbonización de la economía española son el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE). Según De las Heras, son leyes que llegan «con años de retraso».
Los principales objetivos en lo relativo al transporte son «conseguir un parque de turismos y vehículos ligeros 100% libre de emisiones en 2050; prohibir la matriculación de turismos y vehículos ligeros que emitan CO2 a partir de 2040; establecer zonas de bajas emisiones (ZBE) en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes y aquellas de más de 20.000 si tienen mala calidad del aire; instalación de puntos de carga; elaborar un catálogo de puntos de carga en todo el territorio nacional; y aprobar una Ley de Movilidad Sostenible».
En lo que se refiere a los automóviles, España cuenta con «más de 24 millones de turismos, bastante antiguos, muy contaminantes, que hacen una media de unos 13.000 kilómetros anuales», según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
El ritmo promedio de matriculaciones es de unos «1,2 millones», y el de desguaces, algo menos de un millón anual, con lo que la flota no deja de «envejecer y aumentar». Eso no sólo es «insostenible», desde el punto de vista de emisiones de CO2 y otros contaminantes, es que supone la «ocupación creciente de un espacio público, pues el 95% del tiempo, esos vehículos están aparcados».
Además, producen una importante «contaminación acústica» que, unida a las partículas, al NOx y al Ozono, causan más de «diez mil muertes anticipadas» cada año en España. El objetivo, aclara el experto, es «reorientar» la industria automovilística hacia la fabricación de turismos de «emisiones cero».
Igualmente, De las Heras considera que habrá que poner las medidas para incentivar el «desguace de los vehículos» más contaminantes y, de ese modo, ayudar a dar salida a los stocks de «vehículos modernos», acumulados en la cadena de fabricación y distribución, mientras la industria transita hacia la «fabricación de vehículos sin emisiones».
El transporte de mercancías supone el «22% de las emisiones» del transporte en la UE. La electrificación de los turismos ya ha empezado, seguirá y será del 100% antes de 2040-2050, y hay que «hacer algo parecido con el transporte de mercancías». Para el autor del informe, hay que impulsar desde la UE el «despliegue de las infraestructuras de carga, tanto en los almacenes donde duermen camiones y autobuses, como en las plataformas donde descargan y, obviamente, en carretera».