El Gobierno dirigido por Pedro Sánchez ha dado el visto bueno a la transferencia de distintas competencias al País Vasco, entre las que se encuentra la competencia de transporte. Aunque este trasvase es una realidad, todavía quedan pendientes de concretar algunos detalles como los convenios forales, así como su publicación oficial. Con todo, el Gobierno tiene previsto que las competencias estén en manos del País Vasco este mismo año tras aprobar su traspaso de manera definitiva en el Consejo de ministros del pasado 29 de junio.

De hecho, la transferencia de la competencia de transporte al País Vasco se acordó el pasado 10 de mayo en la Comisión Mixta de Transferencias. Tras su reciente aprobación en el citado Consejo de ministros, sólo queda que se publique oficialmente en el BOE el Real Decreto de traspaso de competencias en materia de transporte por carretera, de los medios personales, presupuestarios y patrimoniales relativos al transporte privado, de las actividades auxiliares y complementarias al transporte y del arbitraje y competencia del transporte y sus actividades auxiliares.

Con este trámite, el Ejecutivo del País Vasco asumirá la gestión de las autorizaciones de los operadores de transporte, el otorgamiento y gestión de concesiones de transporte privado, el control de las actividades auxiliares y complementarias al transporte, así como el arbitraje y gestión de los exámenes del CAP para el transporte y actividades auxiliares, entre otros aspectos. Tareas que por otra parte Álava ya viene realizando, al menos en algunas áreas, gracias al convenio foral del año 1950. Por ese motivo, el acuerdo prevé la equiparación de las competencias de las tres provincias con la actualización del convenio alavés.

A pesar de la determinación del Gobierno central, CETM estima que la transferencia de estas competencias «acabará perjudicando al sector del transporte de mercancías por carretera de la región, puesto que podría suponer la existencia de diferencias entre los criterios actuación. El transporte necesita una gestión uniforme, sin diferencias entre unos territorios u otros. Además, el traspaso de competencias puede derivar en la posibilidad de que otras comunidades autónomas pretenden seguir los pasos del País Vasco en un sector que necesita cohesión y armonía«.