El transporte de mercancías por carretera se enfrenta a un escenario realmente complejo en el que la pandemia de COVID-19 ha aumentado la gravedad de problemas históricos del sector. La falta de conductores es uno de ellos, pero también la morosidad y, por extensión, la falta de liquidez de las empresas y profesionales autónomos. De hecho, la falta de liquidez es una de las principales amenazas de las empresas de transporte en un contexto de incertidumbre y crisis económica, tal y como señala la Unión Internacional del Transporte por Carretera (IRU).
Aunque las previsiones dentro del sector del transporte de mercancías por carretera señalan a un ejercicio 2021 de recuperación, en el que se reducirán considerablemente las pérdidas en relación al pasado año, lo cierto es que el riesgo de desaparición de miles de empresas por la falta de liquidez es muy real. De hecho, sigue siendo uno de los desafíos más graves para las compañías del sector, más si cabe tras los efectos nocivos de la pandemia de COVID-19 en la economía en general y en el transporte en particular.
Al final, la pandemia de COVID-19 ha provocado graves restricciones sociales, sanitarias y de movilidad establecidas por las autoridades para controlar los contagios, lo que ha generado a su vez una importante recesión económica a nivel global. Por eso no es de extrañar que las estimaciones de la IRU indiquen que el sector del transporte de mercancías por carretera seguirá perdiendo ingresos a nivel mundial en 2021. De hecho, las primeras cifras señalan que las pérdidas globales pueden alcanzar los 292.000 millones de euros.
Pese a la contundencia de la cifra, cabe señalar que estos 292.000 millones de euros son la mitad de las pérdidas que se registraron en 2020 y que se cifraron en torno a los 572.000 millones de euros. Una mejoría a nivel global que no está teniendo la repercusión necesaria en términos locales, con la insolvencia y la falta de liquidez como constante entre las empresas del sector. De hecho, muchas compañías están próximas al cierre ante la citada falta de liquidez con la que afrontar sus pagos.