El transporte de mercancías por carretera del futuro está sujeto al desarrollo de la tecnología de pila de combustible de hidrógeno, así como la electrificación de los vehículos pesados. Sin embargo, el camino hasta lograr un sector libre de emisiones no se debe escribir solamente a partir de esta tecnología, ya que el periodo de transición hasta alcanzar el uso total de fuentes de energía sostenibles en el transporte también está abierto a usar combustible Diésel con un menor volumen de emisiones.

Aunque es innegable que el Diésel ha dado forma a un sistema de movilidad muy eficiente, al menos en el transporte de mercancías pro carretera profesional, lo cierto es que también es un modelo altamente contaminante. Por este motivo, los avances tecnológicos del presente buscan combinar la eficiencia del Diésel como opción imbatible en la actualidad con un modelo más sostenible. Y en este aspecto, el transporte pesado de larga distancia puede alargar la vida del Diésel a partir de distintas soluciones.

La primera de ellas es el Diésel ‘azul’, nombre que recibe el Diésel creado como combustible sintético. Desarrollado por marcas como Bosch o Shell, este tipo de combustible cuenta con un 33% del producto derivados de la sintetización de derivados de hidrocarburos y residuos. Este tipo de combustible reduce en un 65% las emisiones del Diésel tradicional. Producido a partir de subproductos y desechos como el aceite de cocina y otras grasas, es absolutamente compatible con los motores de especificación EN 590 de Diésel tradicional. Una solución que además permite tener un beneficio medioambiental imediato.

Además existe la opción del Biodiésel. El Biodiésel como el HVO o aceita vegetal hidratado es un combustible Diésel renovable que utiliza aceites usados. Los camiones también emiten menos NOx y otras partículas contaminantes, ya que en su composición no hay azufre ni oxígeno. Este tipo de combustible ayuda a arrancar más fácilmente los vehículos a baja temperatura y se ofrece de forma pura o como mezcla con Diésel normal. Por ende, se puede utilizar en los motores actuales y se puede mezclar en los tanques de combustible sin problema. Y todo esto sin olvidarnos del Biometano, concepto de mayor expansión y que requiere una adaptación mínima de los motores.