El sector del transporte de mercancías por carretera de Ceuta vive una situación crítica, toda vez que sus vehículos son el camino más rápido para el acceso de inmigrantes irregulares a España. De hecho, profesionales del transporte que suelen realizar la ruta entre Ceuta y la península señalan el grave incremento de inmigrantes irregulares que están esperando en el puerto de Ceuta para colarse en los camiones que realizan servicios hacia la península. Si bien no hay datos oficiales, se estima que unos 500 inmigrantes esperan en torno a las instalaciones portuarias.

Aunque el problema migratorio entre el norte de África y España es una constante, la reciente crisis entre España y Marruecos no ha hecho más que agravar la situación. De hecho, la deriva que ha tomado la relación entre ambos países se ha saldado con un importante incremento en el número de inmigrantes ilegales presentes en la ciudad autónoma de Ceuta, ávidos de usar los camiones de transporte para colarse en los ferris y así continuar su viaje hasta España como puerta de acceso hacia otros puntos de Europa.

Una situación que, más allá del problema social palpable, dibuja una situación difícil y del todo insostenible para el sector del transporte de mercancías por carretera de Ceuta. Aunque en líneas generales estos inmigrantes se intentan colar en los camiones o semirremolques sin usar la violencia, los conductores profesionales se sienten imponentes y desprotegidos antes la oleada de inmigrantes que intentan colarse repetidamente en sus vehículos de transporte para viajar hacia Algeciras o Málaga. De hecho, se trata de un episodio de enorme tensión para los chóferes.

De hecho, la situación de tensión para los conductores es máxima ya que tienen que circular por Ceuta y hacer uso de las instalaciones portuarias sabedores de que al mínimo descuido un inmigrante ilegal se puede colar en su camión, ya que hay grupos de hasta 500 personas que permanecen haciendo guardia en el ámbito del puerto para intentar aprovechar cualquier descuido y así viajar ilegalmente hacia la península, sin que la actuación de la Guardia Civil y de la Autoridad Portuaria sirva de mucho.