El ‘Brexit’ no sólo ha creado un nuevo marco normativo en el transporte de mercancías por carretera entre Reino Unido y la Unión Europea, sino que ha dibujado nuevos requisitos y requerimientos para los visados de trabajo. De hecho, distintos expertos del sector señalan que hay alrededor de 65.000 puestos de conductor profesional vacantes en Gran Bretaña por las nuevas reglas de visado. Una situación que amenaza la viabilidad de toda la cadena de suministro en cuanto se produzca el esperado repunte de la actividad en el sector.
La caída de la actividad por los efectos de la pandemia de COVID-19 y el almacenamiento de las grandes empresas ante las posibles complicaciones en las semanas posteriores al inicio del ‘Brexit’ han enmascarado en gran medida la grave falta de conductores que vive Reino Unido. Y es que los cambios en las dinámicas de transporte de los grandes operadores y las nuevas reglas de visado que entraron en vigor el 1 de enero de 2021 han provocado que haya en torno a 65.000 puestos de conductor profesional sin cubrir.
En este aspecto, la industria de la logística y el transporte teme que con la llegada del verano y el levantamiento de las restricciones por el COVID-19 aumentará la demanda de alimentos y bebidas en los supermercados y locales de ocio, así como de productos de diversa índole en las tiendas minoristas. Una situación que puede terminar de dinamitar la cadena de suministro ante la falta de conductores capacitados para asumir el ritmo y el costo de las entregas en todo el país. Una situación en la que el Gobierno debe tomar medidas urgentemente.
Richard Burnett, director de la Road Haulage Association (RHA) ha realizado un llamamiento al Gobierno para que trabaje codo con codo con el sector del transporte de mercancías y con el resto de la industria de transporte de carga del Reino Unido para abordar la actual escasez de conductores profesionales de camiones. La nueva normativa de los visados y los retrasos en la obtención de hasta 30.000 licencias de conductor de camión son los primeros problemas a afrontar por parte del Ministerio del Interior de Reino Unido.