Un reciente estudio realizado por Cambridge Econometrics para la Unión Europea asegura que los precios de los combustibles fósiles, incluido el Diésel, sufrirán un severo aumento si no se ejecutan de forma correcta los planes de transición ecológica que dibuja el Pacto Verde. En este aspecto, se señala que lograr los objetivos climáticos para 2030, como paso intermedio, dependiendo sólo de los mercados de carbono para limpiar el transporte sería un error e insta a las autoridades a apostar por políticas más efectivas.

El informe viene a señalar que muchos países están aplicando políticas cortoplacistas con las que cumplir con los objetivos medioambientales de 2030, pero no están usando herramientas adecuadas. Con una dependencia todavía muy alta del mercado de carbono, el incremento de los precios de los combustibles puede ser mayúsculo si se mantiene el consumo y no hay una apuesta correcta por las energías alternativas a la hora de neutralizar las emisiones del sector transporte, de la industria y de la sociedad en general.

En estimaciones basadas en el precio actual del Diésel y el consumo de las grandes potencias de la Unión Europea, el precio del Diésel podría aumentar hasta un 35% -0,50€ por litro- de aquí a 2030 si el mercado de carbono sigue siendo el principal método utilizado por la Unión Europea en sus modelos de transporte. Esto provocaría que los costos para las empresas de transporte se multiplicaran, tendencia que también sería aplicable para el sector y el resto de la actividad en el uso del gas, aún en precios relativamente bajos.

Ante este previsible aumento del precio del Diesel, del resto de combustibles fósiles e incluso del gas, el estudio aboga por una transición energética agresiva que en el transporte pase por la construcción de vehículos eléctricos libres de emisiones, la electrificación rápida del sector y la construcción de una red de carga de clase mundial. Y para tal fin, se insta a que se aumenten los objetivos climáticos nacionales y se impongan límites más estrictos de contaminación para llegar a la reducción del 55% de las emisiones previsto para 2030.