El Comité Nacional se reunirá con los responsables del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana a partir de este jueves para iniciar las negociaciones sobre el Plan de Impulso a la Sostenibilidad para el sector. Las malas perspectivas y la desconfianza imperan antes de la puesta en marcha de una reunión en la que se van a discutir aspectos positivos para el sector, pero también medidas que se han anunciado sin ningún tipo de consenso con los principales actores del transporte.
El sector transporte a través de la representación del Comité Nacional tiene la intención de poner, una vez más, sobre la mesa medidas como la prohibición tácita de la carga y descarga para los chóferes, el endurecimiento de la legislación sancionadora por morosidad y el impulso de la digitalización del sector, así como la puesta en marcha de un sistema de ayudas eficaz y realista para la renovación de la flota de vehículos. Sin embargo, el Ministerio de Trnasportes, Movilidad y Agenda Urbana tiene su propio plan.
Como si de un contraataque se tratase, el Ministerio se verá obligado a sacar a relucir dos de sus proyectos más polémicos y que dejan al sector transporte más desamparado. Por un lado, la propuesta de la implantación de los camiones de 44 toneladas y 4,5 metros de altura, por otro, el pago por peajes por uso en las autovías. Ni en un aspecto ni en el otro cuentan con el consenso de los representantes de los transportistas, aunque a estas alturas parece que eso importa muy poco.
El sector transporte se siente ninguneado y penalizados por estas medidas cuando la actividad ya contribuye suficientemente vía impuestos a atender las necesidades reales de inversión y mantenimiento de la red viaria con más de 15.000 millones de euros al año por los impuestos de carburantes. Además, el sector sigue cuestionando los beneficios del uso de los camiones de 44 toneladas y 4,5 metros de altura tanto a nivel económico, como de sostenibilidad y en materia de seguridad vial.