El reportaje de la televisión lituana sobre las prácticas de ‘dumping’ social de las empresas de transporte del país no sólo ha llegado hasta las cámaras de representación del país, sino que ha trasladado la polémica a los organismos de la Unión Europea. Una situación que no ha dejado pasar Izaskun Bilbao para pedir a la Comisión que controle el ‘dumping’ que realizan las empresas lituanas y de otros países de Europa del Este en el sector del transporte. La española deja así constancia una vez más de su incansable batalla para mejorar la actividad.
En esta ocasión, Izaskun Bilbao ha presentado una iniciativa parlamentaria destinada a Adina Valean como comisaria de Transportes, instando a la Comisión Europea que investigue estas prácticas recurrentes de las principales empresas lituanas de transporte. Con el Paquete de Movilidad como marco legal para basar su petición, la eurodiputada española solicita que se expulse del mercado de manera tajante a las empresas que llevan a cabo prácticas de ‘dumping’ social y de competencia desleal para degradar el mercado, precarizar las condiciones de trabajo y esclavizar a los conductores.
La propia Izaskun Bilbao señala en su petición que las compañías lituanas acaparan ya el 6% del mercado europeo de transporte con sus malas prácticas, poniendo en peligro el modelo actual de la Unión Europea, pero también la propia seguridad vial en los Estados miembro. Nada nuevo, por otra parte, en la casi eterna pelea de la eurodiputada vasca contra la mala praxis en el transporte, ya que no se trata ni mucho menos de la primera vez que la eurodiputada plantea una iniciativa de este tipo.
De hecho, Izaskun Bilbao ha sido muy combativa con este tipo de prácticas desde mucho antes de la puesta en marcha del Paquete de Movilidad y ha estado detrás de distintas iniciativas para luchar contra el ‘dumping’ social y el subempleo generado. En este caso, la eurodiputada española acompaña su denuncia con el dramático relato de ocho conductores en el citado reportaje sobre sus condiciones de vida, ya que vivían hacinados en una pequeña habitación de apenas 15 metros cuadrados y eran trasladados en furgoneta en viajes de cinco días para ser relevados.